LA HISTORIA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS
Comenzando por Mateo, Marcos, Lucas y Juan, cada uno estipulo la presencia del Salvador en la tierra. Como autores de cada uno de los evangelios, se dieron a la tarea de estipular su punto de vista de Jesús sin confundir al lector, todo lo contrario, uno a uno fue complemento y a la vez confirmando la presencia del Redentor en medio de la humanidad. Se dice que en un 95% se tiene una coincidencia entre los cuatro.
De los cuatro quien más me llamó la atención fue Lucas que al igual que Marcos no caminaron hombro a hombro con Jesús. Lucas fue un gran historiador, deja registros exactos de su labor, era preciso, meticuloso en sus escritos historiográficos muy bien construidos, Lucas sigue toda la metodología propia de un historiador, el examen de documentos, la utilización de testigos todo incorporado, mas el testimonio ocular del propio Lucas al lado del apóstol Pablo. Lo anteriormente mencionado gracias a los estudios y comentarios de los historiadores actuales como Cesar Vidal. Para aquellos que son sigilosos con los detalles de la historia pueden confirmar lo exacto de Lucas en cuanto a tiempo, costumbres y lugar.
Ahora, podemos observar que de manera alterna otros estaban construyendo la historia también, paralelamente estaban dando fe de lo dicho por los apóstoles, lo consignado en el Nuevo Testamento. Tuvieron sus propias vivencias, fueron testigos de lo que estaba aconteciendo, pero no solo escribían acerca del presente que estaban experimentando, sino que echaban una mirada atrás e investigaban y lo hacían parte de sus registros; proveen nombres, sucesos relacionados con lo declarado por los discípulos de Jesús.
En esta oportunidad resalto a Flavio Josefo (37-100), nació en Jerusalén de familia aristocrática. Hizo varios escritos dentro de ellos este es el más relevante para el pueblo judío, “La historia de los judíos”, donde tuvo en cuenta todos los sucesos desde el momento de la creación hasta el año 70 d.C. Esta obra es clave para el cristianismo ya que da fe de Jesús, Santiago el hermano del Señor y de Juan el Bautista. A continuación, esta es una de las citas a tener en cuenta: “Por este tiempo vivió un hombre sabio llamado Jesús, y su conducta era buena, y era sabio, que era virtuoso. Muchos de entre los judíos y de entre las otras naciones, se hicieron discípulos suyos. Pilato lo condenó a ser sacrificado y a morir, pero los que habían venido a ser sus discípulos no abandonaron el discipulado e informaron que se les había aparecido tres días después de la crucifixión y que estaba vivo”.
Observemos, las memorias de Eusebio de Cesárea (263-339) denominado el padre de la historia de la iglesia. Fue un seguidor de Jesús, obispo de Cesárea, quien tuvo la “oportunidad” de vivir la persecución de la iglesia a través de sus obras encontramos los relatos de muchos de los mártires quienes cayeron en las manos de los violentos emperadores romanos como Diocleciano y Vespasiano, quienes se deleitaban ante el sufrimiento y dolor de los torturados por mantener su fe. También fue testigo de la libertad religiosa en Roma por medio del emperador Constantino quien dio el fin a la persecución, cada detalle de este proceso lo rescató este historiador a través de sus variadas obras como “Las grandes multitudes” Pues nos da a conocer el crecimiento de la iglesia, el empuje que tuvo, como la decadencia también debido al respaldo del emperador y el acceso a la mundanalidad y todo aquello que la llevo a declinar en su testimonio de luz y santidad de acuerdo con las escrituras.
El arte fue de gran ayuda para transmitir la historia,
los oleos, las pinturas y los monumentos de personas ayudan a conocer la
historia.
Otro gran historiador, John Foxe (1516-1587), fue alguien excepcional con su trabajo. A través de sus obras influencio de tal manera que se estableció el protestantismo en Inglaterra. Con su libro “Los Mártires” narro los grandes hombres que cayeron como mártires desde la iglesia primitiva hasta el despiadado gobierno de María I, hija de Enrique VIII, así también describió todas las atrocidades que se cometieron contra los reformadores protestantes.
Como podemos ver, la historia es enriquecedora, nos
amplía el panorama y nos debe enseñar a ser agradecidos. Somos privilegiados al contar con los pilares
de ésta y poder apoyarnos en ella para seguir los impulsos de aquellos que la
iniciaron para trascender, según los designios divinos de nuestro Creador.
América también fue tocada por estos hombres que les apasiona registrarlo “todo”. Debido a esto tenemos el conocimiento de los grandes avivamientos que se han tenido desde los Estados Unidos hasta Argentina. Las obras de un Jonathan Edwards, por ejemplo y los escritos de un Justo Gonzales y la osadía en su conocimiento por parte de Pablo Deiros, quienes nos han socorridos y nos han provisto esa luz propicia que nos induce a querer conocer y así mismo trasmitir las verdades eternas de nuestro Salvador.
Sí, se registra todo, pero como dice la Palabra de Dios, aceptando lo bueno y desechando lo malo. La historia está para ayudarnos día a día a permanecer fieles a la decisión tomada, la historia está para que mejoremos, la historia nos debe enseñar que debemos ser humildes. La historia no es una línea recta, y debe ser tomada, analizada desde diferentes puntos de vista y cada persona o comunidad extractar lo esencial para crecer y dejar huella como otros lo hicieron.
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