LA MANIFESTACIÓN DEL ARTE EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA



El arte, como un elemento paralelo a la historia de la iglesia, es una de las manifestaciones que ha perdido importancia, dentro del contexto religioso, a lo largo de la historia. 

Antes que nada hay que evidenciar las manifestaciones artísticas que existieron desde la iglesia primitiva hasta el imperio cristiano, que fue más que todo en el imperio romano, desde allí nace una manera artística donde tomaron un poco de la cultura, filosofía, ciencia y arte de grecia, por lo tanto cada manifestación daba lugar al politeísmo con varios dioses como: Artemisa, Diana, Venus, etc… 

Por supuesto, en esta época lo que primaba en el arte era la arquitectura teniendo no sólo la influencia griega sino también la influencia del oriente. 

Después de esto podemos hablar de la edad media, donde ya el imperio romano está dividido en dos, el de occidente donde se habla latín y el de oriente donde se habla griego. Con respecto al arte se puede dividir en 3 etapas esta época: Románico,gótico (altamente europeos) y bizancio (oriente). Estas etapas estaban fundamentadas en el teocentrismo. 

Lo románico como un primer gran estilo artístico europeo se caracterizó por no tener volumen ya que se quería representar a lo divino con el fin de dogmatizar, como evidencia de esto todas las iglesias construidas desde el feudalismo tenían la forma de una cruz en su planta. 


Lo gótico es el paso del feudalismo a los inicios del capitalismo, evidenciado por sus catedrales altas y sus vitrales. Y finalmente, en el oriente está el bizancio, destacado por los mosaicos bizantinos y la decoración abstracta. 

Estas tres épocas están relacionadas cercanamente a la religión ya que cada obra que se hacía era ordenada por el poder religioso, más que todo por los papas, todo era narrado según lo espiritual y se manifestaba en los físico. 

Y bueno, llegamos a la época del renacimiento, en la historia de la iglesia está como el período de la iglesia reformada. El renacimiento es reconocido como el renacer de todos los conceptos griegos, es decir, de lo clásico. La religión estaría junto con la razón y en Italia, donde nació este movimiento, se conocerá como un fenómeno artístico, histórico, económico y social que busca la conquista del espíritu humano, la libertad consciente. 


Uno de los personajes importantes en la historia y en el arte fueron los Médicis, grandes familias comerciantes y religiosos que daban su salario para que la genteNombre: Astrid Carolina Moya Materia: Historia de la Iglesia II desarrollaran su propio arte. Las manifestaciones estaban representadas en arquitectura, escultura y pintura. 

Además de eso, en oriente se crean la imprenta, el telescopio, la brújula, el carbón, etc… pero Europa mejora estos inventos para utilizarlos también a su favor. 

En fin, el renacimiento es una época donde aparece el desarrollo de la personalidad, libertad de criterio, la dignidad del ser humano, la superación personal y la individualidad. Al final de todo, lo que se quería era reconocer la importancia del hombre en este mundo, pero al final esa importancia se redujo a una libertad religiosa donde cada quién decidía si quería ser religioso o no. 

Por último se hablará de la modernidad rodeada por el impresionismo y por las vanguardias por toda Europa, el arte pasó a manifestar la realidad que se vivía día a día, paso de algo tan objetivo como la representación de lo divino a algo tan subjetivo como el mundo interior de cada artista que se manifiesta. Y lo tecnológico ha ayudado mucho a que estas manifestaciones vayan más allá gracias a la globalización donde todos pueden estar conectados sin importar en qué país o ciudad se encuentren. Es un arte pluralista, donde todo se vale y la máxima importancia que se da es el concepto subjetivo de cada artista. 



Y aunque ya en está época exista el arte religioso la realidad es que no se le da la importancia que antes se le daba. Antes las manifestaciones de lo eterno, de lo espiritual eran admiradas y más que nada usadas para enseñar a las personas que no conocían de Dios. 

Pero el humano ha pensado en una libertad sin Dios. 

Una libertad que en vez de romper cadenas, las asegura más. 

Por muchos años, el cristianismo ha sido puente para traer libertad y muchos hombres y mujeres al principio arriesgaban su vida para que se diera a conocer el mensaje de la verdad, un mensaje manifestado no solo en la Palabra de Dios sino también en su testimonio de vida. 

Y si se avanza más en la historia veremos cómo ese mensaje se tergiversa por la vanidad del ser humano, aunque a lo largo de los años habían ciertas personas que mantenían el mensaje vivo y luchaban para que no se cambiará, pero lo que se ahora se cuenta de la religión son las cosas negativas. 

Así que sí, el arte y la religión están estrechamente relacionados ya que se empieza con una esencia única en los dos y se termina con una intención nueva que solo busca la individualidad y no la unidad.

Pocas veces se ha visto manifestaciones de arte en esta época que puedan glorificar el nombre de Dios y dar a conocer el mensaje de verdad que nos ofrece Él, un mensaje liberador. 

Pero esta es una libertad que nos mantiene dependientes de Dios. 

Es una libertad que rompe cadenas pero nos mantiene ligados hacia Él. 

Una libertad que nadie desea. Ya que nadie quiere depender de nadie más que no sea él mismo. 

Se necesita que el arte vuelva a darle la mano a la Palabra de Dios, para que se haga la representación de lo divino en cada manifestación existente hoy en día. Hay tantas herramientas que pueden servir para reflejar a Jesús. 

Pero sinceramente, para el artista es más fácil pensar en manifestaciones subjetivas de él mismo que pensar en reflejar a Jesús en sus obras, es un reto que se debe tomar pero que muy pocos son capaces de hacerlo porque estamos rodeados de la importancia de la libertad humana y no de la libertad de Dios. 

La solución para no concentrarnos en lo que la cultura nos ha demandado como artistas es: 

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2) 

La conformidad hace que el arte siga siendo el mismo de siempre, que se siga acomodando a lo que la vanidad del mundo tiene para ofrecer. Hay que despertar, hay que incomodarnos, hay que avivar y hay que usar los talentos dados para manifestar su amor. 

La historia se debe conocer para que no se repitan los mismos errores, para que se pueda mejorar lo malo, no podemos retroceder a pesar de lo malo. 

Levantemos como Lutero para reformar lo que está mal, también como artistas como Miguel Ángel que no aceptaban el descanso para manifestar su arte con el mayor empeño. 

Tomemos los ejemplos del pasado, las herramientas del presente y la esperanza que tenemos en el futuro. Que es en todo momento Cristo Jesús.

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